ENAMORADA DE LOS REYES DE LOS MARES PALEOZOICOS

Viéndola ahora tan reposada, arrebujada en su echarpe y con unos ademanes tan pausados, cuesta ver a la niña que “en plan salvaje” -según nos dice- disfrutaba los tres meses del verano en la casa de Moaña del bisabuelo. Aunque la vena estudiosa la padeció por contagio de su abuela, perteneciente a la Institución Libre…